Narrar nuestra historia, recuperar los días
“La suma de los días” se llama el libro que Isabel Allende escribió hace más de una década. Se trata de la fantástica recopilación de su propia historia narrada en tono epistolar a su hija Paula, muerta tras padecer una enfermedad terminal. Isabel hace mucho que es vieja. Y hace mucho también que sus libros albergan un lugar especial en mi pequeña biblioteca. “La suma de los días” me atrapó entre matices. A veces era ella, y a veces era yo la que vociferaba “cuando el pozo está vacío hay que llenarlo”. Llenarlo de palabras, de orden, de sentido. Y no bastan grandes cosas, más bien hojas en blanco, una birome o una computadora con el tiempo suficiente para evocar a las consonantes y vocales.