¿Juve, Veju, Jovu? La vejez intraducible 

¿Juve, Veju, Jovu? La vejez intraducible 

“Jayus”, es un sustantivo de origen indonés y hace referencia a un chiste tan malo que no te queda otra que reír. “Resfeber” es también un sustantivo, esta vez sueco, que describe el inquieto latir del corazón de un viajero antes de emprender un camino. “Ubuntu”, otro sustantivo de la lengua africana Bantú Nguni, en esencia significa encuentro mi valía en tí y tú la encuentras en mí. Los noruegos cuentan con el famoso nombre propio de “Utepils” que significa tomar cerveza al aire libre. “Yu Yi”, en mandarín es el anhelo de volver a sentir con la intensidad de un niño. Cada cultura, cada comunidad y cada persona tiene su propia paleta de palabras para describir, en muchos casos, emociones. En su libro “El poder de las palabras” el experto en neurociencias, Mariano Sigman, asegura que “descubrir y crear nuevas palabras es una de las maneras más efectivas de tomar el timón de la experiencia emocional”.

El poder de las palabras
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El poder de las palabras

Tengo un amigo al que le gusta agendar encuentros para charlar. Él los llama “Cafés Creativos”. Se trata, nada más y nada menos, que de planificar momentos para hablar con otros, y así poder hablar con uno mismo. Hablar con otras personas en su hábitat natural (sin mediaciones tecnológicas) y estar predispuestos a escuchar y respetar lo que mi interlocutor/a tenga para aportar sin juicios o faltas de respeto, forma parte del arte de conversar y forma parte de un entrenamiento para aprender a escuchar y escucharnos.