“Nací con vocación docente. Hoy ejercito la risa”

El Registro Federal de historias de personas de +60 en cuarentena no deja de sorprendernos. Cada semana sus relatos nos conectan con el sentir individual y colectivo de personas, de habitantes de nuestras ciudades y provincias argentinas. En esta entrega, ¡la trigésimo cuarta! Iris Ada Quiero, de 63 años, desde la Ciudad de Córdoba, nos cuenta cómo la risa, algo que parece tan mundano, fue su cable a tierra y su herramienta para sobrellevar este 2020 tan especial. Te presentamos su testimonio en el que ¡seguro! vos también te podrás encontrar. 

“Nací con vocación docente. Hoy ejercito la risa”

Vivo sola en Córdoba, en un departamento de dos habitaciones para poder recibir a mi nieto cuando desea quedarse o a los amigos europeos o mendocinos que quieran visitarme. 

He vivido 15 años en Italia, regresé al país en 2016, por eso escribí que si no hubiera pandemia podría recibir algún amigo europeo en casa. Insisto en el gentilicio pues, como soy profesora de Yoga de la risa, esta disciplina me regala la oportunidad de tener amigos en otros países, fundamentalmente en europeos.

Soy mendocina, he estudiado y trabajado allí como profesora de Lengua, por eso tengo parientes y amigos mendocinos que, si no hubiera cuarentena -insisto-, también podrían visitarme.

Me gusta viajar, reír, caminar por las montañas, ir al cine, al teatro o a una peña, salir con amigos, participar en las actividades del Centro de Jubilados como yoga, teatro, gimnasia, folclore, tejido y mucho más. Lamentablemente, ahora, está cerrado y debo realizar todo en casa, sola.

Además de adultos mayores, y de riesgo, somos, ante todo, SERES SOCIALES y nos enferma más la soledad, el aislamiento, que el virus. 

Me gusta escribir. En estos momentos he terminado un librito de cuentos mitológicos que voy a publicar próximamente y estoy redactando un libro autobiográfico.

Pero también, como les decía, soy profesora de Yoga de la risa, una práctica poco conocida en Argentina. Esta disciplina fue creada hace 25 años por el médico indio Madan Kataria quien reside en Mumbai. Se practica en clubes, escuelas, residencias para personas mayores, hospitales, cárceles, parques… Hoy nos encontramos diariamente por Zoom, y reímos con todas las personas del mundo que deseen soltar unas carcajadas durante 15 minutos. Se puede combinar con el juego en la infancia, con Bioética, con Neurociencias, con música… En tiempos de crisis, en situaciones difíciles, para superar la ansiedad, para el dominio del dolor.

Reír a carcajadas refuerza el sistema inmunológico, genera más serotonina y endorfina -hormonas de la felicidad-, y disminuye la cortisona, hormona del estrés.

Conocí esta práctica en Italia, en medio de la quimioterapia de mi marido. Los dos nos convertimos en asistentes regulares de las sesiones que se llevaban a cabo en un club cercano a nuestro domicilio. Dos meses después de su fallecimiento hice los cursos de Líder y Profesora de Yoga de la Risa. Fue mi medicina durante el duelo, y la sigo practicando cotidianamente. No me daña el estómago y me ayuda a enfrentar la jornada con optimismo y alegría.

En fin, nací con vocación docente y sigo haciendo docencia, pero hoy no enseño Lengua, sino que ejercito la risa.

Nací con el movimiento en el cuerpo, me encanta bailar y hacer actividad física. Durante muchos años jugué básquet y practiqué montañismo. Por lo tanto, hoy extraño ir a las peñas,  a caminatas por el desierto, entre cerros o montañas.

Vivo intensamente el presente y aguardo con esperanza y alegría el reencuentro con la cotidianeidad que tenía meses atrás. 

Iris Ada Quiero (63 años)
Ciudad de Córdoba

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