No nos aislemos, seamos empáticos
Seguimos compartiendo testimonios, vivencias que llegaron durante todo el año pasado en el marco de la iniciativa de VOCES MAYORES impulsada por la Fundación Navarro Viola y El Club de la Porota. Honramos el compromiso que asumimos con cada una de las personas de todo el país que se animaron a participar del Registro Federal de Vivencias y Saberes +60. Esta vez les compartimos un texto que llegó desde el taller de la memoria del Centro de Jubilados de Leones. Conoceremos a Griselda, una mujer de 77 años con un mensaje potente para todas las personas mayores.
Tengo 77 años. Mi vida era muy activa y en ella no tenía ningún lugar preferencial la virtualidad. A mí no me gusta el silencio, pero el aislamiento que generó la pandemia me hizo encontrar en lo virtual una gran compañía. Destaco la conexión con mis contactos, las charlas y las clases virtuales con mi Grupo del Taller de la Memoria, del Centro de Jubilados.
Ahora que algunas salidas ya están permitidas, aprovecho para retomar actividades solidarias que siempre me importaron. Colaboro con la Escuela Granja, para que a pesar del Covid 19, pueda seguir trabajando con muchos adolescentes que no estudian y allí encuentran contención y orientación.
Considero que el campo de acción solidaria es muy grande. Valen desde una donación, un trabajo, una charla y hasta una sonrisa. Y sé que no hay límites de edad para dar o para recibir.
Durante la pandemia y el aislamiento siempre busqué nuevos modos para estar conectada con el otro, especialmente con quien necesite de mi grano de arena para ser feliz.
El mensaje para nosotros, adultos mayores: No nos aislemos del mundo. La empatía con personas de todas las edades nos permitirá compartir, participar, sentirnos parte activa de la sociedad. NOS LO MERECEMOS.
Griselda María Aimar, 77 años, Leones, Córdoba