Participación en espacios públicos, políticos y sociales desde una vejez migrante

La participación activa por parte de las personas mayores en las esferas económica, social, cultural y política de las sociedades ha sido reconocida como derecho en diversas normativas nacionales e internacionales. El ejercicio de la participación social y ciudadana se da a través de prácticas que favorecen a la pertenencia e identidad en relación a una comunidad. El trabajo también nos permite el ejercicio de estos derechos. En algunas etapas de la vida el trabajo se relaciona principalmente a un ingreso económico y a la sostenibilidad, mientras que en otras etapas como la vejez, implica además una oportunidad para el ejercicio de una vejez activa en constante vínculo con distintos sectores de la sociedad. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) un porcentaje no menor de personas mayores (35,4% en 2016) continúa ligado al mercado laboral a pesar de haber superado el límite establecido de la edad de jubilación.

Desde la propuesta de Porota Viajera nos preguntamos sobre las trayectorias laborales y de participación ciudadana de personas mayores que en algún momento de sus vidas han migrado a nuestro país y cómo ejercen actualmente dicha participación y roles en nuestra sociedad cordobesa.

La curiosidad nos condujo hasta el Sr. Abdala Sadi, quien a sus 86 años ejerce el rol de Cónsul Honorario de Siria en Córdoba y también como emprendedor en su local comercial.

En esta oportunidad las instalaciones de la Sociedad Sirio Libanesa, ubicada en calle Ituzaingó 169 de la ciudad de Córdoba, fue el punto de encuentro para realizar la entrevista. Allí presenciamos partidas de cartas, cafés y conversaciones entre personas mayores que se reúnen diariamente, de fondo se escuchaba música que provenía de los talleres culturales que se brindan allí.

La conversación con el Sr. Abdala inició contándonos sobre su llegada a Argentina.

Abdala Sadi: Bueno a mí me toca nacer en un pueblo pequeño allá en Siria… y mi apellido Sadi que es un gentilicio de Sadad, ¿y qué es Sadad? Sadad es una ciudad antiquísima, que está mencionada en el antiguo testamento y Sada es una ciudad que aún hoy por hoy, después de miles de años todavía está en su lugar y era el camino de la seda que venía de palmira.

En mi niñez, siempre estaba el comentario de los abuelos que vivían en América. Esa ilusión de venir a la tierra de América donde estaban mis abuelos.

Llegué acá a la Argentina en 1950, tenía 13 años, nos invitaron para venir mi abuelo que estaba radicado en Chepes, provincia de La Rioja. Nosotros llegamos y nos esperaban un abuelo y otro tío en el puerto de Bs. As. y después vinimos en tren a Córdoba y de Córdoba a Chepes.

Llegamos una familia de 6 hermanos, papá y mamá y después nació la última, en el ‘51. Los 7 hermanos estamos gracias a Dios en vida. El mayor tiene 89, yo 86, la que me sigue 83, 80, etc. todos en Argentina. Estamos sumamente agradecidos a esta tierra generosa que nos brindó todo, nos brindó estudios, nos brindó salud. 

Red Mayor: ¿Cómo llegó a Córdoba? ¿Imaginó transitar y construir su vida en esta ciudad?

Abdala Sadi: Yo estudié en Chepes (La Rioja), tenía un sexto año aprobado allá en Arabia, terminé quinto año y me vine a Córdoba. Hice un año de medicina, dos años, prácticamente unas materias aprobadas, otras no, y comenzamos un comercio en sociedad con mi hermano, ahí en la calle Ituzaingó donde está toda la colectividad.

Luego me casé en 1972, mi esposa es de origen griego, lee, escribe y traduce el idioma griego, así que es una unión Sirio Griego. Y en este momento tengo una hija que es profesora en la Universidad Blas Pascal, directora en área de pedagogía de la Universidad y Pablo (hijo) que es médico, cirujano traumatólogo está en la Reina Fabiola.

Mayor Red: Sabemos que aún tiene su local comercial ¿Qué significa para usted?

Abdala Sadi: Si, algunos me critican, si ya tenés 80 y pico de años para seguir con el comercio, pero la actividad, el trabajo es honrar a la vida, el trabajo es salud, porque es así.

Red Mayor: La Sociedad Sirio Libanesa ha sido y es un espacio en el que ud. participa, ¿qué roles y funciones desempeña?

Abdala Sadi: Esta Sociedad Sirio Libanesa ya tiene 117 años. Entré como socio acá en 1960, se imaginan cuantos años estuve hasta que me designaron Cónsul.

Me eligen a mí por saber idioma, por mi patriotismo, amor a Siria, etc., había viajado. Y bueno estoy sirviendo a mi patria allá en Siria y acá en mi segunda patria. Ya casi 22 años, en 2001 fui designado como cónsul y me tocó infinidades de visitas a los países vecinos. Nos encontramos con distintas personas, nos encontramos para la divulgación de la historia, la cultura, tenemos un caudal de cultura de 3.000, 4.000 años.

Durante la guerra, estuve en Siria en noviembre de 2010 y la guerra comenzó en marzo de 2011 y pensaba qué podía hacer yo como Cónsul de Siria. Acá en Córdoba, por ejemplo, revelar a la población la injusticia de una guerra. Porque no fue una guerra ¿como te puede decir? social, entre los habitantes no, fue una guerra preparada. En este momento me tocó como digo ayudar a muchos refugiados, 6 millones de emigrados buscaron refugio en todo el mundo, en Europa, y bueno a la Argentina llegaron algunos invitados por familias de buena posición económica, en Jesús María, Pilar provincia de Córdoba, San Luis. En San Luis debe haber unas 20, 30 familias, a esa gente yo la valoro mucho por su generosidad de alma frente a la desgracia.

Red Mayor: ¿Alguna vez se pensó envejeciendo en otro país?

Abdala Sadi: Esa idea de llegar de vivir acá también la tenía, es verdad, ¿por qué? porque estaban los comentarios… nuestra vida estaba en América. Pero en lo que se refiere a pensar en la vejez y demás, ¡no, no! la vida (extiende los brazos) disfrutar la vida donde estaban los parientes. Si nosotros empezamos a analizar… viejo, anciano, es un tema según como lo quieras interpretar. Lo que se refiere a la vejez, la ancianidad, bueno son dos términos parecidos, pero distintos. De todo eso depende la vejez, la vida como fue llevada, hay algunos que envejecen más rápido, otros menos rápido, según la situación económica, la instrucción. Es fundamental también el optimismo o el pesimismo en la vida… ya con los 86 años, procuro mantener esa educación de cuando era joven, cuando era niño, la fe que es fundamental, que ayuda.

Esta entrevista es realizada desde Porota Viajera, un propuesta que surge ante la inquietud de conocer las voces y experiencias de personas mayores migrantes que residen en nuestra querida ciudad de Córdoba (Argentina). Porota Viajera es un proyecto construido en alianza entre el El Club de la Porota y Red Mayor, espacio de gerontología integrado por María José Trigo, Natalia Franco y Alejandro Luciano Hekimian Arriola. Esta alianza fue gestada en el Emprendeton 2021 organizado por el Ministerio de Promoción del Empleo y de la Economía Familiar, Córdoba Emprendedora y la Fundación Banco de Córdoba.

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