El Mundial y los viejismos virales

Se viralizaron, videoclips y reels de personas mayores celebrando los triunfos de la selección y hasta de un hombre mayor mirando los partidos en la vidriera de un local de electrodomésticos. En el primer caso, las protagonistas fueron mujeres mayores que salieron a la calle a celebrar y terminaron rodeadas de jóvenes quienes al grito de “abuela, abuela, la, la, la, la, la” saltaban a su alrededor. Tras hacerse conocida, una de ellas salió a aclarar: “No soy abuela. Me lo dicen por el pelo y por la edad. No me molesta, pero no soy abuela”. Más tarde, el hombre mayor que vió los partidos en una reposera frente al local de una conocida tienda, también fue viral. Una persona, le sacó una foto y le pidió a la tienda que le regale un televisor: “Necesito que le regalemos un tele”, escribió en un  Twitt acompañado por el emoji que llora. La noticia recorrió diferentes medios. Uno de estos medios tituló: “Todos por la Scaloneta. Le regalaron un televisor al abuelo que vio el partido tras la vidriera de un local”. La empresa aprovechó la gran oportunidad de publicitar su marca y luego de regalarle un televisor, para explotar en las redes sociales su “acto generoso”, el sorprendido beneficiado aclaró: “Gracias por el televisor. No me lo esperaba. Pero, mientras no me echen, ahí voy a estar. Es mi cábala. Me gusta ver los partidos en esa pantalla grande”. 

Presentado los casos, y con el propósito de aprovechar la coyuntura para develar estereotipos y prejuicios, los y las invito a que nos hagamos las siguientes preguntas: 

Somos un país futbolero. La mayoría comparte una pasión irracional que se multiplica en los mundiales. Las personas mayores de hoy vieron salir a la selección Argentina de fútbol masculino campeón dos veces: en 1978 y 1986 así como llegar a finales en 1990 y en 2014. La pasión no distingue edades. La alegría, el disfrute, los modos de vivir cada partido, las cábalas, no discriminan. Entonces, ¿por qué es viral una persona mayor festejando en las calles?, ¿qué nos extraña de esas escenas? Lo mismo sucede cuando nos sorprendemos de que personas longevas elijan ir a votar. Si fue una práctica habitual a lo largo de su vida… ¿por qué no seguir haciéndolo en la vejez?, ¿acaso la vejez nos escinde de nuestros deberes, pasiones y espacios de disfrute?, ¿está en algún lado escrito que los festejos son sólo patrimonio de las juventudes? Si bien las escenas contagian alegría y hasta nos invitan a hacer la vista gorda al viejismo, lo cierto es que la aclaración de una de las mujeres virales, “no soy abuela”, deja en claro lo mucho que aún tenemos que madurar y lo poco que nos estamos preparando para el boom de las vejeces y la longevidad. 

¿Activamos las mismas reacciones cuando vemos gente más joven celebrando en las calles?, ¿qué hace diferente el festejo de una persona mayor al de una de menor edad?, ¿por qué ver a una persona mayor disfrutando o apasionada “nos enternece”? ¿Todas las personas mayores son abuelos o abuelas?, ¿todas las personas que eligen ejercer el abuelazgo, son personas mayores?, ¿nos enternece del mismo modo una persona joven y vulnerada socialmente viendo el mundial frente a la vidriera de un local, que una persona mayor que es comerciante y que tiene familia cercana (como sucede con el hombre al que estamos haciendo referencia)? 

Cierro este breve aporte a la mirada estereotipada y gerontofóbica que pretendemos deconstruir desde El Club de la Porota, con una reflexión inspirada en un diálogo que mantienen dos mujeres mayores en la serie “This is Us” (pueden ver el fragmento en el video aqui debajo).  

¿En qué momento nos convertimos en las marionetas del show?, ¿Cuál es el punto de inflexión entre parecer “normales” o ser los viejos (as) copados, cool, graciosos, apasionados, amorosos, tiernos, divertidos, pervertidos, ridículos o dulces?. Envejecer es algo contradictorio para esta cultura que, por un lado, intenta detener el paso del tiempo y por el otro vivir más. Y, en ese proceso, quienes envejecemos somos personas con historias, con recorridos plagados de sueños, deseos, obstáculos, tragos amargos, dulces, agrios. Personas cuyos cuerpos cambian, cuyos anhelos se transforman. Sin embargo, esas transformaciones no son análogas, sino más bien diversas y anacrónicas. Mientras más deseo bailar salsa, porque:

🔸️ ya perdí el miedo, 

🔸️ ya sé que no hay tiempo que perder, 

🔸️ ya no me importa si el cuerpo me da, 

🔸️ entendí que es mejor adaptarse que jamás haberlo intentado…

…aparece el fantasma de vestido rosa, 30, 40 años menor y me mira como si fuera la mujer barbuda, el hombre lobo o el fenómeno de dos cabezas. Es, en ese preciso instante, cuando comienzo a desconocer mis deseos para sucumbir ante el viejismo. Y me pregunto: ¿acaso soy tan valiente por querer bailar a mi edad?, ¿a donde está la valentía en hacer algo que disfruto desde pequeña?, ¿acaso mi condición de mujer vieja es suficiente para enajenarme de mis deseos y transformarme en un fenómeno circense? 

“Qué tierna”

“Qué dulce”

“Qué romántica”

“Mi vida…”

“Qué genia”

“Qué copada”

“Qué divina”

“Qué divertida”

De repente soy todo eso sólo por hacer lo que me gusta, lo que elijo, lo que disfruto “a mi edad”. La vergüenza de envejecer. La mirada de los otros cuán panópticos. No somos más que nosotros mismos intentando ignorar a las personas de vestidos rosas, las que nos sacan fotos viendo tele o bailando tras el triunfo de nuestra selección, conscientes de que nos miran sólo para criticar (sea una crítica positiva o negativa, allí siempre). Funcionales a un juego que jamás acabará si no comprendemos que este también es nuestro tiempo, que esta también es nuestra época y que todos, todas, con algo de suerte, llegaremos a bailar salsa, a votar, a festejar los mundiales, después de los 60.Y a vos, ¿cómo te gustaría que te miren en la vejez? #sinesterotiposhaybuentrato. 

¡Vamos Argentina! 

¡A celebrar sin viejismos, envejecientes!  Una sociedad inclusiva es la que no hace excepciones. 

Porota.

¿Te sumas a responder? Cuestionario de El Club de la Porota

Queridos y queridas envejecientes, integrantes de esta increíble comunidad queremos invitarlos a que respondan un breve cuestionario para conocerlos aún mejor. Es un formulario breve que cuenta con cuatro preguntas muy importantes para nosotros: 1)¿Qué es lo que más te gusta de El Club de la Porota? 2) ¿Sobre qué temas te gusta leer o ver en “El Club de la Porota”? 3) ¿Qué significa para vos envejecer? y por último, 4) si tuvieses que definir tu 2022 con una sola palabra, ¿cuál sería?

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