Recortes, efemérides, inteligencia artificial y amigos

Unas semanas atrás se viralizó un video de un profesional que hablaba acerca de la importancia de la actividad física y de cómo esto influye en la salud cognitiva de los adultos mayores. Decía que hacer sudokus y crucigramas solo te convertiría en un experto en ese tipo de juegos y que lo más importante era la actividad física. No recordaba el nombre de la persona (¿será que tengo que salir a caminar más seguido?) pero la definición me quedó rebotando. Y las preguntas fueron surgiendo. ¿Cómo hacer para mantener el cerebro activo, saludable? ¿Será el ejercicio físico una actividad fundamental? ¿Y la lectura? ¿Y los juegos? ¿Y el trabajo? ¿Y los afectos?

Empecé a sacar conclusiones de todo tipo, a cuestionar las palabras de esta persona, pero en algún momento recuperé la calma y me propuse encontrar el video. Otras preguntas surgieron: ¿Quién era la persona que hablaba? ¿En qué contexto? Probé con distintas combinaciones de palabras hasta que logré mi objetivo. Quien hablaba era Diego Golombek, una eminencia de la ciencia argentina. La entrevista duraba más de una hora, el recorte que yo había visto duraba menos de un minuto. Los recortes son, muchas veces, injustos, como pellizcar la realidad y comer una miguita. 

Nobleza obliga, escuché toda la entrevista, durante la cual se tocaron los más variados temas relacionados con la ciencia: la inteligencia artificial, la educación, la genética, los sueños, los estímulos. La certeza me golpeó con fuerza: había sacado conclusiones apresuradas, con un video de 57 segundos. 

A pesar de la autocrítica las preguntas que me habían surgido seguían rebotando como maíz pisingallo en una sartén. Por suerte, en El Club de la Porota, tenemos millones de amigos, como Roberto Carlos y quizás más. Le transmití mis inquietudes a Agustina Melnitzky, licenciada en psicología, especializada en neuropsicología para adultos y amiga del Club. 

“Según la Organización Mundial de la Salud, hay varios factores que deben ser contemplados para tener un envejecimiento saludable. En primer lugar, los controles médicos anuales o bimestrales. Otros aspectos importantes son la alimentación saludable y la participación social activa: tener encuentros sociales con otros, participar en la sociedad, en cursos, tener roles sociales también. Y por supuesto, uno de los factores claves tiene que ver con el ejercicio físico, que es súper importante para que el cerebro también se oxigene y reciba la cantidad de sangre necesaria”, remarcó Agustina. De a poco fui despejando las incógnitas de esta ecuación compleja.

El trabajo cotidiano que realiza Agustina en los distintos espacios la convierte en una referente sobre las temáticas gerontológicas. Es en ese día a día en el que va desarrollando herramientas para trabajar sobre la salud mental y la estimulación. “Yo hago hincapié en la parte de la estimulación cognitiva, por supuesto que en todos los talleres, en las sesiones se habla, se hace psicoeducación. Considero que este punto es importante y quiero remarcarlo. Durante las sesiones, además de la ejercitación y actividades, se utiliza el tiempo para psicoeducar al paciente, para que entienda cómo funciona el cerebro, qué necesita el cerebro y la importancia de hacer la estimulación cognitiva, pero también les brindamos herramientas para que entiendan la importancia que tiene el ejercicio físico, la alimentación, la participación social y los controles médicos, porque de todo eso en conjunto depende la salud de nuestro cerebro. Por supuesto que hay una parte que no la podemos controlar, pero dentro de lo que podemos es importante que lo tengamos en cuenta, que lo sepamos para poder accionar y envejecer de la mejor manera posible”.

Producto de las diversas experiencias en el campo de la gerontología, Agustina desarrolló un proyecto personal llamado Cerebro Activo. El proyecto surgió de la necesidad de contar con material de estimulación cognitiva específicamente diseñado para personas mayores en Argentina: libros, juegos, publicaciones de bolsillo, material de descarga online, entre otras cosas. Agustina comenzó recopilando ejercicios y actividades de libros, internet y su experiencia en España, donde realizó un posgrado en Envejecimiento Activo y Saludable. Notó la importancia de adaptar el material a la cultura y el lenguaje locales, evitando la infantilización de los adultos mayores. Así nació el primer libro de Cerebro Activo, con la idea de tener cuatro ejemplares relacionados con las estaciones del año. “Me acuerdo el día que puse el nombre de Cerebro Activo con toda mi familia. Tomando también la idea de las cuatro estaciones de Vivaldi decidí que los libros iban a llamarse así: verano, otoño, invierno y primavera, como para que la persona pueda ir adquiriendo los diferentes tomos a medida que avanzara el año”, puntualizó acerca de los materiales.

Vuelvo a la pregunta del comienzo: ¿Es la actividad física lo más importante para mantener el cerebro activo? “Sí, pero no es lo único. Para lograr una estimulación cognitiva efectiva, es importante buscar desafíos mentales novedosos que estimulen la mente. Esto incluye aprender nuevos juegos, idiomas, incorporar tecnología, realizar actividades cotidianas de manera diferente, participar en actividades que nos interesen y sociabilizar con otros. La clave es buscar actividades que sean novedosas y desafiantes para nuestro cerebro”.


Mi nombre es Agustina Melnitzky. Soy Licenciada en Psicología y me especialicé en neuropsicología para el adulto en el Hospital Italiano de Buenos Aires, lugar donde trabajo actualmente ya hace 8 años. También trabajo en CISMA, Centro Integral de Salud Mental Argentina, allí estoy en el área de personas mayores y actualmente doy sesiones de estimulación cognitiva grupal e individual. Me estoy formando en la maestría de psicogerontología y en la certificación mundial Montessori para personas mayores. Además tengo un emprendimiento llamado Cerebro Activo.


Me encantan las efemérides y sabía que cada 10 de abril se celebra el Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología en honor al legado del Dr. Bernardo Houssay, médico, farmacéutico y científico argentino, distinguido con el Premio Nobel en Medicina en 1947. La fecha fue designada en 1982 por la Conferencia General de la Unesco. Además, en nuestro país, ese día también se celebra el Día del Investigador Científico en conmemoración a su nacimiento. 

Estimulado por la charla con Agustina y con la entrevista a Golombek, le pregunté al Chat GPT si podía sugerirme alguna relación entre el Día de la Ciencia y la gerontología y la respuesta tenía nombre y apellido: Robert Butler. 

Butler fue un médico y gerontólogo estadounidense. En 1976, se convirtió en el primer director del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, donde influyó significativamente en la política de salud relacionada con los adultos mayores.

Butler es conocido por acuñar el término “edadismo” en su libro “Why Survive? Being Old In America” (1975). En esta obra clave, el autor aborda las percepciones culturales y sociales sobre el envejecimiento en los Estados Unidos. Analiza cómo la sociedad ve y trata a las personas mayores, y argumenta que la discriminación basada en la edad es perjudicial tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto. También ofrece sugerencias sobre cómo abordar este problema y mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Aunque inicialmente el término edadismo se refería al rechazo que padecen nuestros mayores como consecuencia de su edad, acabó por extenderse hacia otros grupos, siempre que la edad sea el motivo de discriminación.

https://www.cerebroactivo.com.ar

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