“Tenemos que rescatar el aprender juntos. Religarnos desde el amor”
Entrevista a Juan Carlos Stauber
El Club de la Porota es un espacio que le habla a las personas
mayores. Por eso, queridos y queridas lectoras, les pido que
lean esto no sólo como un mensaje posible a las generaciones
que nos preceden sino como un mensaje optimista y de acción
para nosotros los viejos y viejas del Siglo XXI. El presente
también nos pertenece.
Juan Carlos Stauber es un filósofo y educador cordobés.
Actualmente dirige el Nivel Secundario de la escuela con
orientación medio ambiental, Kumelen. Juan Carlos es de esas
personas de perfil bajo, absolutamente necesarias. De aquellas
que construyen con otros y otras, nuevas y viejas formas de
gestar la vida, de comprenderla y hasta de heredarla. Juan
Carlos es un hombre de mediana edad. Alegre y provocador; te
interpela con una sonrisa y te activa interrogantes para todo
un día.
Lo entrevistamos con el propósito de reflexionar sobre el hilo
intergeneracional que nos une. Juan Carlos recupera la palabra
“religar” y ofrece consejos imprescindibles para los tiempos
que corren: “El problema ecológico es un problema de
religación, nos hemos ‘desreligado’ , roto los lazos que nos
unen”.
Porota: Ya te presenté en el preludio de esta charla, pero
también quiero darte lugar a que vos lo hagas… ¿Quién es Juan
Carlos Stauber?, ¿qué dirías de él?
Juan Carlos Stauber (JCS): Soy docente por vocación. Es mi
forma de sacerdocio, yo tengo formación eclesiástica. Estuve
muchos años formándome para el sacerdocio dentro de la iglesia
católica, dentro del cristianismo, pero mi formación es
ecuménica, más filosófica que teológica. Más que presentarme
como filósofo, me presento como docente. Es lo que más
satisfacción me da, saber que uno puede transmitir algo útil a
otros. También soy parte de una familia. Estoy casado con
Marcela y tenemos tres hijos que ya se están egresando de la
secundaria y de la universidad.
P: La docencia es tu forma de vida… ¿qué significa ser docente
en estos tiempos tan complejos?
JCS: Lo que me realiza como persona es encarar la docencia
como un deber generacional con el propósito de poder ayudar a
las nuevas generaciones a que la vida humana sea sustentable,
lo menos dañina posible para con el ambiente, con el planeta.
Estamos ante una crisis civilizatoria, por lo tanto, ser
docente es educar a las generaciones que nos van a sobrevivir
para un cambio de paradigma que nosotros -posiblemente- no
vamos a ver. Se trata de una nueva manera de habitar el
planeta. Nosotros fuimos educados en los últimos coletazos de
un proyecto de civilización muy agresiva con el entorno que
creció exponencialmente. A comienzo del Siglo XX éramos dos
mil millones de habitantes y a finales del Siglo XX éramos
siete mil millones de habitantes. Hemos dañado, roto,
expoliado a nuestro ambiente poniéndolo en riesgo de una
manera muy seria. Ahora estamos todos asustados por la
pandemia, sin embargo, hay otras pandemias que han matado y
siguen matando mucha gente y que tienen que ver con la
injusticia distributiva. Por primera vez en la historia de la
humanidad muere más gente por mala alimentación y sobrepeso
que por inanición, no es que falte alimento, lo desperdiciamos
y lo distribuimos mal.
P: ¿Cuál es el paradigma hacia el cual debemos cambiar?
JCS: Lo que tenemos que cambiar es la cultura que ha supuesto
la muerte de los más pequeños. Tenemos una cultura que ha sido
indolente con la muerte de los más vulnerables, de las y los
trabajadores más vulnerables, de las especies que no pueden
clamar por sus derechos, de la vegetación que hoy todavía nos
preguntamos si tiene derechos o no. Sin los árboles y las
algas que nos precedieron no estaríamos acá. Hemos llegado a
un punto de nuestro desarrollo que damos por sentado que para
sobrevivir, otros deben morir. Esa omnipotencia humana es la
que nos está llevando a terminar por matarnos unos a otros.
P: ¿Cómo trasladar el paradigma del cuidado a una pedagogía
del cuidado, a prácticas educativas concretas? Esto pensando
no solo en las generaciones más jóvenes sino también en la
vejez, nuestro público en El Club de la Porota.
JCS: Coincido, Porota. Ya no se trata de cuestiones
generacionales. Aprender es aprender junto con otros. Tenemos
que tratar de que las generaciones más jóvenes no se sientan
desesperadas, eso los llevaría a desplegar impotencia o a una
nueva indolencia. Debemos promover una educación con una
pedagogía desde el optimismo. En ese sentido nuestra tarea es
primero, ayudar a sensibilizar a los chicos en estos temas, y
en segundo lugar, hacerles saber del poder que ellos tienen
para ser factores de cambio. El problema ecológico es un
problema de religación, nos hemos ‘desreligado’; roto los
lazos que nos unen. Entonces, la educación ambiental intenta
volvernos a ligar, a conectar con la naturaleza, y también con
los demás seres humanos, así como con uno mismo y su entorno.
La educación de la modernidad trajo muchas ventajas y
beneficios, pero hay que ver el costo e impacto que han
tenido. Han generado una educación del cuello para arriba.
Como dice Ken Robinson, “lateralizada para el hemisferio
izquierdo”. Es decir, una educación hiperracionalista,
matematizada, jerarquizante, etc. Nos hemos olvidado que somos
un cuerpo. Nos hemos ‘desreligado’ de nuestro cuerpo y de
nuestro entorno inmediato. La educación ambiental tiene que
podés revincularnos con la sabiduría de nuestro cuerpo.
P: Para religarnos me parece imprescindible recuperar el
pasado. La huella de nuestros ancestros.
JCS: Justamente. Vos sabés que la palabra ‘argetipo’ o
‘arquetipo’ en griego significa lo mismo que ‘ñaupa’. El ñaupa
en quechua es el tiempo de los antepasados que pasa a ser
modélico del futuro. El ‘arge’ es el principio y no hay
persona que no tenga principios. Los animales no tienen
pasado, los seres humanos sí. Debemos retomar los desafíos del
pasado y en función de ciertos arquetipos volver a ver los
desafíos del futuro, entonces es nuevo pero es viejo. Hay
muchas cosas del pasado que nos venían dando línea a futuro
pero no lo sabíamos leer. Hoy en día es más el alimento que se
desperdicia en la cadena productiva que el que llega a las
góndolas, este sistema desperdicia mucho, no va. Para nuestros
abuelos y abuelas y/o padres y madres… comprar un teléfono
no implicaba pensar cuando lo iban a descartar o un auto… A la
ropa vieja había que cuidarla y aprender a arreglarla. No
estaba permitido desperdiciar comida, etcétera. Pero también
mucho nos han enseñado las culturas indo americanas. Buda nos
enseña a respirar, Jesús a comer con otros, Mahoma o las
grandes deidades como Mama Ocllo, Manco Capac nos enseñan a
cultivar el maíz. Las grandes religiones ya nos han enseñado a
ser amables, amorosos y hospitalarios. Tenemos que volver a
rescatar el aprender juntos.
P: Para cerrar Juan Carlos. Retomo el término “religar” y te
pregunto, tras un 2020 que representó un punto de inflexión
para el mundo y quienes vivimos en él. Y en un 2021 que nos
sigue interpelando… ¿cómo religar desde el amor?
JCS: El enemigo del amor es el temor, Porota. Si uno quiere
empezar a ser amable tiene que empezar a dejar de tener miedo.
Hay una cultura que vive de alimentar los miedos. Por eso a
los periodistas que alimentan el miedo, o a las personas que
lo foguean les preguntaría: ´¿Usted con su accionar alimenta
el miedo? Si usted siembra vientos recoge tempestades.
Entonces vea a que le dedica más tiempo, si usted está
dedicándole quince minutos de los veinte que habló a exacerbar
los miedos y la bronca, eso va cosechar. Ahora, sí usted le
dedicó quince minutos a trabajar en pos de la amabilidad, del
reconocimiento, de la promoción de los buenos ejemplos, de la
hospitalidad, después le dedica cinco a lo otro´. Mientras
sigamos haciendo una industria del miedo, no hay resultados
previsibles distintos. Tenemos que religarnos desde y con el
amor. Cuando uno aprende a vincular las cosas desde el amor
aprende a escuchar, a ver, a prever. Si uno aprende a
escuchar, aprende a obedecer, y quién aprende a obedecer
aprender a conducir amorosamente.
Porota.
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Arte Mayor, dos eventos para disfrutar por YouTube
Este fin de semana, Silvia Lallana y Los Ferrari ofrecerán dos
propuestas de música y baile online pensados para personas
mayores. El sábado 17 y domingo 18, desde las 18hs., la
Agencia Córdoba Cultura nos invita a disfrutar de dos
recitales que se transmitirán en vivo por el canal de Youtube
CulturaCBA y la fanpage de Facebook.com/cba.cultura. Este
ciclo, que se repite de manera quincenal, está destinado a
personas mayores que buscan disfrutar de momentos de música,
baile, propuestas interactivas y concursos ¡Te esperamos!