Carta sobre mi vejez a un viejo amigo
Sin quererlo o queriéndolo, no sé, quizá, tal vez… me he ido transformando en una voz que ya no es tan sólo mía sino de muchas otras personas. Me he ido metiendo en sus casas, en sus historias, y anhelos; en sus deseos y recuerdos. Y fue así, como un buen día recibí un correo…