Sobre vejez, flexibilidad y el portazo

Sobre vejez, flexibilidad y el portazo

Las personas tendemos a resistirnos a los cambios. Reconozco que no fue fácil asumirme como una mujer mayor. En un principio, cuando empecé a descubrir las huellas del paso del tiempo en mi cuerpo, me reía. La primera cana me robó una sonrisa con algo de nostalgia, un ja ja ja discreto y la tolerancia cómplice al típico comentario: “mami, ¡ya tenés canas!”. Hubo un tiempo en que me pasaba largos minutos frente al espejo estirando mis ojeras. En el mismo ritual trataba de convencerme de que la arruga junto a la comisura del labio era “de expresión”.

La literatura

La literatura

El Gringo Ramia se sumó este año al equipo de El Club de la Porota. Su tarea, entre otras, es la de acomodar palabras, como quien arma castillos con naipes o edificios con rastis. Hace un tiempo, así como Félix suma comentarios de películas, él nos propuso sumar literatura al Club. La idea nos encantó, así que hoy nos regala este hermoso cuento que, en clave literaria, nos sumerge en la historia de su bisabuela y las raíces familiares que lo unen con la escritura. Ojalá les guste tanto como a nosotros. ¡Gracias Gringo querido! 

Porota.

CONGRESO MEDELLÍN
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CONGRESO MEDELLÍN

¡Hola queridos y queridas envejecientes! Aquí, desde la hermosa y húmeda ciudad de Medellín (Colombia) deseamos compartir algunas de las experiencias que junto al Club de la Porota estamos viviendo en el marco del Congreso Latinoamericano y del Caribe de la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría al que han llamado: “EnvejeSer en América Latina y el Caribe”.