Voz a los años

Cerrá los ojos. 

Imaginate una persona mayor.

¿Cómo es? 

¿Qué dice? 

 

¿Qué ves cuando ves a una persona mayor? 

¡Qué ves cuando me ves! 

¿La ves? 

¿Te ves? 

¿Me ves? 

¿Cómo te imaginás a los 60, 70, 80, 90 y 100 años? 

Estamos envejeciendo 

Lo hacemos todos los días 

El envejecimiento es un proceso que nos trasciende.

Envejecer es vivir, VIVIR es envejecer. 

La vejez existe, nos roza a diario, está entre nosotros. 

Vamos a hablar de viejos, de viejas, de vejeces. 

Vamos a hablar sin eufemismos. 

Vamos a poner en valor la palabra. A reinventarla. 

 

¿Por qué? 

Porque el envejecimiento poblacional es una conquista del siglo XXI. Un verdadero logro humano que llegó para quedarse. 

La vejez es la etapa más heterogénea de la vida. En Argentina, todas las personas con más de 60 años somos consideradas personas mayores. En ese amplio abanico se encuentran desde las personas recién jubiladas hasta las más ancianas. A esto se suma que hay tantas vejeces como mayores habitan en este planeta. La proyección de la ONU a nivel mundial indica que para 2025 una de cada cinco personas será mayor de 60 años. En este contexto, los niños nacidos en este siglo podrían pensarse centenarios: ¿de qué modo nos preparamos para ayudarlos a envejecer? 

Es imperante, necesario, urgente que las personas mayores nos sintamos protagonistas. Ésta también es nuestra época. Ésta también es nuestra generación. La vida no se define en función de lo que fuimos, sino también de lo que somos y queremos ser. 

A dónde están las personas mayores resilientes, activas, participativas, emprendedoras, soñadoras, altruistas; las que construyen, hacen, deciden, cuidan, gestan, diseñan, adornan, cantan, bailan, juegan, leen, deciden, lloran y hacen el amor.

Estamos invitados a construir nuevos modos de hacer visible la vejez digna y activa desde una perspectiva de derechos; a incorporar la temática del envejecimiento como un logro, y no como un problema; a reinventar, a deconstruir las nociones “viejistas” (Butler, 1968), prejuiciosas,estereotipadas que nos habitan; a promover el buen trato intergeneracional. En el año 2017 Argentina adhirió a la Convención Interamericana de Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (Ley 27.360), una herramienta jurídicamente vinculante que -de a poco- interpelará a las diferentes esferas del Estado y de la sociedad civil. Proyectarnos viejos, viejas nos está regalando la posibilidad de coexistir con varias generaciones. Favorecer la integración social y con ello la construcción de una “sociedad para todas las edades” (Naciones Unidas, 1995) es y será la gran tarea. 

¡CELEBREMOS! poder hablar de vejez sin eufemismos. Celebremos poder autodenominarnos “VIEJOS” sin sentirnos minimizados o insultados. Celebremos el amor que hemos desplegado por nuestras canas y arrugas, por el paso lento y las caderas algo entumecidas. Celebremos nuestra condición de personas con derechos, de sabernos con la posibilidad de decidir sobre nuestra propia vida. Celebremos poder pensarnos longevos. Celebremos poder imaginarnos usando bastón, andador o sillas de ruedas; audífonos, prótesis dentales y lupa con aumento extra; lo que sea necesario para cuidar los años y la independencia.  Celebremos la vida, así como fue, así como es. Celebremos poder pensarnos sensuales, bellos, atractivos. Celebremos la capacidad de resiliencia y aprendizaje, poder decir lo que pensamos sin miedos, apropiándonos de las palabras, y asumiendo -responsablemente- nuestra condición de personas adultas. Celebremos nuestras potencialidades, que son muchas más de las que hemos perdido. Celebremos, gritemos a los cuatro vientos la edad, sin restas, orgullosos de todo lo vivido. 

Estamos invitados a repensar los estereotipos de vejez que nos habitan; que brotan automáticamente cuando vemos a una persona mayor, cuando nos vemos. 

ESTO ES… ¡AÑOS CON VOZ!

En el primer encuentro, que tuvo lugar el 24 de octubre en el Auditorio de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba.

Les presentamos a quienes a través de sus testimonios nos regalaron la posibilidad de hacer visibles vejeces y procesos de envejecimientos REALES.

 

 

 

Alejandra Torres

58 años (en la puerta de la vejez) 

Profesional, política, madre, abuela 

¡VIEJA ABUELA!

El abuelazgo como elección 

 

 

Adriana Torriglia 

63 años 

Artista, gestora, emprendedora, potente 

¡VIEJA ACTIVA! 

La diversidad en la piel 

 

 

Edgard Wildfeuer 

95 años 

Sobreviviente de Auschiwitz

¡VIEJO RESILIENTE! 

El perdón y la tolerancia 

 

 

Susy Carranza

72 años 

Militante de la vida, activista, compañera 

¡VIEJA IDEALISTA! 

La reinvención generacional 

 

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