El voluntariado en la vejez
Si te digo las palabras “viejo” o “vieja” seguro, ¡seguro! que algún ruido o disgusto te provocan. Y no estoy hablando del sentido que le atribuyen nuestros hijos o hijas cuando nos llaman de ese modo, sino del sentido que socialmente le damos a dichas palabras. Lo mismo sucede si te interpelase con los…