¿Cómo se prepara un/@ abuel@ para recibir a sus niet@s?
Algunas reflexiones en torno a lo que hacen los abuelos y abuelas con sus nietos y nietas.
Algunas reflexiones en torno a lo que hacen los abuelos y abuelas con sus nietos y nietas.
Porota reflexiona sobre uno de los grandes temas de la vida: la muerte. La sabiduría de los años le permite amigarse con un final que es inevitable y se propone vivir pensando en la vida en vez de vivir pensando en la muerte.
¿Cuáles son las barreras invisibles que nos impiden ver la belleza de la vejez? ¿Qué miedos se esconden en la mirada hacia los rostros arrugados, a la lentitud en el andar, a los viejos de la vida? Porota nos invita a visibilizar lo invisible, a ver más allá de lo que se ve, a envejecer aprendiendo.
El período de vacaciones permite a Porota pasar más tiempo con uno de sus nietos. La lectura de un cuento infantil dispara distintas sensaciones sobre el rol de ella como abuela y la importancia de ese vínculo que va de a tres: Abuela, hija, nieto. Porota nos invita a mirarnos transversalmente.
El año se termina, no queda NADA para que el número cambie por otro. Se imponen reflexiones. Porota mira hacia atrás, y ve a la mujer que ya no es, esta vez, sin angustias, sin dolor, entendiendo que muchos de los “no soy” la ayudaron a llegar a esta mujer que es hoy. “Hoy, en el ocaso del año, llego a estas páginas con un gran tesoro: mi deseo genuino de ser protagonista de mi historia. Hoy, llego a estas páginas, agradecida”.
Porota nos invita a reflexionar en esta fecha tan importante: la navidad. Aprendiendo de los errores del pasado nos propone “que pienses en acciones simples, sencillas, concretas, factibles. Te propongo que repares en los detalles, en aquellas cosas que no tienen precio pero sí un valor incalculable. Te insto a que regales obsequios que no se puedan comprar, que solo tengan que insumirte tiempo y amor”. Claro que sí, Porota, claro que sí.
Por destino o por conciencia, Porota fue aprendiendo distintas cosas de la vida. La edad no es una limitante, todo lo contrario. Muchas veces la sabiduría llega de viejos, cuando ya nos libramos de las ataduras de la cultura y de las miradas de la sociedad. Como dice Porota siempre: nunca es tarde. Como dice Antonio Machado: hoy es siempre todavía.
Horacio nos regaló una lista de Consejos para llegar a viejo.
La vida nos regala las sorpresas más increíbles: un tropezón puede llevar a sensaciones que creía olvidadas: el rubor en los cachetes, el enamoramiento, la atracción por el otro u otra, el piropo, la vejez, las ganas de querer.
Ya se acerca Noche Buena, ya se acerca Navidad. El calendario impone reflexiones, miradas hacia atrás y promesas hacia adelante. Pero también nos invita a curar heridas, a cerrar algunas puertas y a abrir otras. Amigos y amigas de Porota se lanzan a escribir algunos deseos para los días por venir.